| Rosewood. Dicen que pueblo chico, infierno grande. Y para Toby, no es un mito. Lejos de ser un mito, para él es la realidad. Aún piensa si era su destino, o la suerte le jugó una mala pasada.
Años de soledad, de ser visto como el ser humano más extraño dentro de la secundaria, de sometimientos por parte de su hermanastra y como frutilla del postre, ser sospechado y acusado de asesinato, fue lo que le tocó vivir a Toby. La ruleta de la vida, giró, giró, giró, y la bolilla cayó en el peor número. Toby que había apostado su vida al "colorado, el 7" (?), había salido "negro, el 13". Y ahí perdió todo.
Ir caminando por las calles del pueblo y sentir las miradas de la gente, con ese prejuicio y acusación. Sentir que con sólo esas miradas te están diciendo 'asesino'. Y que hasta un par de niños, a pesar de su inocencia, por sólo escuchar "el qué dirán", te vean, y con el miedo plasmado en sus caritas, corran y crucen de vereda.
Eso, era lo que le tocaba a él. A pesar de ser inocente. A pesar de ser todo lo contrario a lo que dice y piensa la gente. Pero algo cambiará su vida. Y quién iba a pensar, que ese cambio, vendría por el lado del asesinato por el que fue acusado.
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